Principios Diarios
ー Escrito por Masami Saionji
１．
Originalmente, no importa cuánto se pula el escombro, sigue siendo escombro y nunca puede convertirse en una piedra preciosa.
Solo las piedras preciosas, cuando se pulen, se convierten en piedras preciosas.
Los humanos son inherentemente hijos de Dios, y al refinar tanto la mente como el cuerpo, ciertamente pueden llegar a ser divinos.
Pueden revelar sus verdaderos corazones radiantes.
Esto es imposible para los animales.
2.
Una persona de espíritu pequeño se enoja rápidamente incluso por un poco de crítica. Una persona seriamente honesta encuentra difícil no culpar a los demás por pequeños errores, y aunque intenten perdonar, les resulta complicado hacerlo realmente. Más aún si el error es propio, se culparán y juzgarán por toda la vida, sin encontrar salvación. Todos estos son rasgos típicos de una buena persona, pero de mente pequeña. Sin embargo, una gran persona tiene la capacidad de perdonar a aquellos que la han criticado, a aquellos que le han traicionado, y aceptar todo con benevolencia. Quisiera ser ese tipo de persona.
3.
La vacuidad surge de una vida sin ningún propósito. Todos desean ser útiles para los demás, querer dedicarse a los demás. Sin embargo, en realidad, la mayoría está lejos de eso, ocupados solamente con sus propias vidas. Incluso si uno trabaja duro y logra hacer feliz a su familia, algo insatisfecho e incompleto permanece en un rincón del corazón. Eso es la vacuidad. No importa cuán ocupado esté uno o cuán difícil sea la situación, siempre hay innumerables maneras de dedicarse a los demás. El acto más grande de todos es rezar la "Oraciones por la paz de cada país".
※Oraciones por la paz de cada país :
Que la paz prevalezca en la Tierra.
Que la paz sea en 〇〇(Nombre del país).
Con estas palabras rezamos por la paz en los 193 países miembros de las Naciones Unidas y en todas las demás regiones del mundo.
A través de estas oraciones, el poder y la energía de nuestras oraciones llegan a los distintos países y regiones de forma concentrada.
También rezamos por la paz cuando nos enteramos por las noticias de un incidente, accidente o conflicto en un país o región.
4.
Aunque de repente te asalten la ansiedad, la opresión o la vacuidad, no tienes por qué prestarles atención. No hay razón para tener miedo, y mucho menos para resistirse, lo cual es un sinsentido. Simplemente recíbelos con el corazón abierto, como el "El Principio de Desaparecer" del pasado, y déjalos pasar sin más. No son más que los residuos de eventos pasados que cruzan tu mente por un instante. Es el intento de enfrentarlos seriamente lo que complica las cosas innecesariamente. Aquellos que realmente comprenden "El Principio de Desaparecer" y la "Oración por la paz del mundo" son verdaderamente personas felices.
