Principios Diarios
ー Escrito por Masami Saionji
1.
Una madre, en su relación con sus hijos, está dispuesta a protegerlos y ayudarlos, incluso a costa de su propia vida. El amor absoluto de esta madre no conoce el miedo. Ella aniquila su ego y trata de abandonar todo por sus hijos. De hecho, no solo lo intenta; ella actúa de manera natural. Para superar todos los miedos, uno debe abrazar el amor completo como lo hace esta madre. En el amor, no hay miedo; el amor perfecto expulsa el miedo.
2.
Aunque tu hijo tenga un desarrollo intelectual retrasado, sea físicamente débil o tenga algún tipo de discapacidad, no te lamentes tanto.
Y tampoco te culpes o juzgues tan duramente.
No es culpa tuya ni de tu hijo.
Es solo un intento de manifestar la voluntad de Dios a través de su cuerpo (vessel), por lo que la persona no está sufriendo tanto como tú te lamentas.
Dado que el alma interior del individuo lo deseó y nació en este mundo con alguna discapacidad, todo lo que necesitas hacer es rezar para que su destino se cumpla.
Eso es todo lo que es necesario.
La persona seguramente enfrentará las dificultades con confianza y orgullo, pues es la reencarnación de un alma que es capaz de hacerlo.
3.
El matrimonio es el encuentro y unión de dos seres totalmente diferentes, creando un nuevo mundo juntos. Las personalidades de ambos interactúan, respetándose, reconociéndose, perdonándose y ayudándose mutuamente, todo mientras se armonizan y completan. Es como si las partes de uno mismo que estaban hambrientas y sedientas en soledad, y que no podían ser satisfechas, se curaran y llenaran. Se asemeja a cómo átomos completamente diferentes, hidrógeno y oxígeno, se encuentran y crean una nueva sustancia, agua. Al casarse, uno debe florecer más hermosamente que antes, de lo contrario no se puede decir que sea un verdadero matrimonio.
4.
Si de repente tuvieras que despedirte de este mundo hoy, ¿tendrías algún arrepentimiento sobre cómo has vivido hasta ahora? ¿Has hecho suficiente por tu esposo o esposa, por tus hijos? ¿Has trabajado lo mejor que has podido? ¿Has esparcido amor, compasión y amabilidad entre las personas a tu alrededor? ¿Has ofrecido tu gratitud diaria a los dioses? Si ninguna de estas preocupaciones pesa en tu conciencia, entonces no tendrás arrepentimientos que dejar atrás. Sin embargo, si hay algo que te preocupa, nunca es tarde para comenzar. Deberías enmendar tus acciones diarias para que puedas partir en cualquier momento sin arrepentimientos, listo para ser llamado en cualquier momento.