Principios Diarios
ー Escrito por Masami Saionji
1.
No hay nada más tonto que decidir que no puedes hacer algo, declararlo imposible o un fracaso, sin siquiera intentarlo primero. Si tomas decisiones basadas solo en lo que está en tu mente, no puedes progresar ni crecer desde donde estás ahora. Las experiencias son los únicos retos necesarios para el crecimiento humano. Es porque no has experimentado o encontrado algo antes que dudas. Piensas demasiado. Decides dentro de los límites de tus propias restricciones. Por lo tanto, para ganar una nueva experiencia, todo lo que necesitas hacer es dar un paso adelante. Simplemente salta hacia adelante. Siempre se trazará un camino. Se abrirá.
2.
Los seres humanos tienden a considerar lo que les es conveniente como "bueno" y lo que les es inconveniente como "malo". Este tipo de juicio de bien y mal centrado en sí mismo no es auténtico. Tener la valentía de afirmar clara y correctamente que "esto es bueno", sin importar cuán inconveniente pueda ser para uno mismo, es lo que constituye un juicio auténtico. Esto se puede realizar cuando el corazón se dirige sinceramente hacia Dios.
3.
Hay personas que constantemente se lamentan y se entristecen por su situación y su crianza, buscando ganar la compasión de los demás al hablar siempre y solo de sus propios problemas. Al principio, otros pueden ofrecer compasión y piedad, pero esa bondad no durará para siempre. La gente eventualmente se cansará y tratará de alejarse de esa persona. Es decir, esa persona no se da cuenta de que sus acciones están siendo una molestia para los demás. Se debe tener muy en cuenta que todos naturalmente se sienten atraídos por temas brillantes y positivos, y tienden a no gustar de las conversaciones oscuras y melancólicas porque pueden hacer que uno se sienta deprimido.
4.
Este mundo está envuelto en los deseos y pensamientos de las personas, y está plagado de enfermedades, infortunios y desastres construidos sobre estos deseos. Puede parecer que los humanos son simplemente masas de deseos carnales y egoístas, pero en esencia, son hijos de Dios, y por lo tanto, su verdadera naturaleza brilla intensamente. Para evitar encontrarse con enfermedades, infortunios y desastres, no hay otro camino que fomentar la conciencia de ser hijos de Dios.