DIOS Y EL SER HUMANO ~Orientaciones para el Despertar y la Paz Espiritual / Escrito por Masahisa Goi

Capítulo 6④: Religiones Verdaderas y Religiones Falsas

 En el “mundo humano” y el “mundo más bajo” los espíritus pueden ver sus cuerpos y el de los demás.

 En este aspecto, se parece al mundo físico, en el cual nos vemos los unos a los otros. 

 Las diferencias son que la velocidad de todo es mucho mayor que en el mundo físico, y lo que uno piensa, ya sea malo o bueno, se realiza inmediatamente.

 Como consecuencia de esto, aunque uno trate de salir de los remolinos del karma, esto es extremadamente difícil de realizar, porque las causas kármicas circulan a mucho mayor velocidad, debido a la frecuencia más alta de las ondas de los pensamientos en este mundo.

 La forma de salir de estos remolinos es detener estos pensamientos y entrar en un estado de UNO con Dios.

 Esto significa enfocar toda nuestra atención en Dios, sin prestar atención a los pensamientos kármicos, no importa lo fuertemente que giren alrededor de nosotros.

 La capacidad de purificar los pensamientos acumulados efectivamente va a depender de nuestra capacidad de entrar en el espíritu de UNO con Dios.

 A medida que nuestros pensamientos son purificados, nos elevamos en el plano en el cual estamos en ese mundo. 

 Esta misma práctica se puede realizar en el mundo físico: no importa lo duras, dolorosas o inconvenientes que sean las cosas que te envuelven, lo más importante es verlas como manifestaciones de causas kármicas en proceso de desaparecer, comprendiendo al mismo tiempo, que dado que se han manifestado, esas causas se están desvaneciendo, y a su vez sumergiéndose en Uno con Dios. 

 En el mundo físico estas causas kármicas aparecen lentamente, mientras que en el mundo subconsciente aparecen brusca y violentamente y es casi imposible soportar el dolor. 

 Teniendo esto en cuenta, se comprende que es más fácil purificar lo más posible las causas kármicas mientras te encuentras en el mundo físico, en lugar de hacerlo en el mundo subconsciente.

 Puedes comprenderlo con la siguiente analogía: Si tomas prestado diez mil dólares en el mundo físico, podrías devolverlo en cuotas de quinientos dólares por mes.

 Por el contrario en el mundo subconsciente, tendrías que devolver los diez mil dólares todos juntos, y si no lo hicieras, se te sumarían otros diez mil dólares de intereses. 

 En el mundo subconsciente, en los niveles “humano” e “inferior”, la mejor forma de lograr el despertar es practicar ser UNO con la mente de Dios.

 Otra forma es seguir la guía de tus Protectores Divinos.

 De la misma forma en que tus Protectores Divinos y Espirituales están siempre contigo en el mundo físico, también están presentes orientándote en el mundo subconsciente. Esta es una buena forma de liberarte de tus causas kármicas. 

 En el mundo subconsciente, al igual que en el mundo físico, puedes verte arrastrado a seguir a otros en una dirección que no es acertada, por eso, aunque a veces parezca que no es lo más ventajoso para ti, lo mejor es seguir siempre las orientaciones de tus Protectores.

 Agradecer a tus Protectores, es de tanta utilidad en el mundo físico como en el mundo subconsciente.

 De esta forma, una vez que te has purificado en mayor o menor medida en el mundo subconsciente, puedes volver a nacer en el mundo físico, y experimentar una nueva forma de vida. 

 Luego de haber adquirido más y más experiencia en ambos mundos, el ser humano es guiado a una forma de vida más alta, finalmente alcanzando el “mundo celestial”.

 Al realizar su divinidad, esa persona reside en el mundo divino, o se convierte en un ser “Despierto” que sirve de guía a otros en los mundos físico y subconsciente. 

 En síntesis, nuestro destino (19) depende de nuestra habilidad de purificar los pensamientos inarmónicos que hemos acumulado y así elevar nuestro destino. 

 Si un cubo se llena de agua sucia, ciertamente uno lo vaciará para llenarlo con agua limpia.
Pero el ser humano posee la tendencia a querer conservar el agua sucia de su destino (los malos pensamientos).

 Porque cuando el agua sucia (los malos pensamientos) se derraman en el ambiente éste se contamina (esto está representado en la desdicha y las enfermedades que aparecen en la vida de la persona).

 Si continúa produciendo agua sucia (malos pensamientos, tales como el temor a la desdicha, enfermedades, el rencor, la ira, etc.) ella misma rebasará el cubo incesantemente e inundará todo a su alrededor, haciendo imposible la permanencia en ese lugar.

 Para purificar el agua sucia, lo primero que debe hacerse es verter agua pura en el cubo (buenos pensamientos, amor, gratitud) y al mismo tiempo lavar el lugar.

 Para lograr esto, debemos poseer paciencia y coraje.

Continúa en el Capítulo 6 Parte

書籍 「神と人間」 五井 昌久 著

God and Man (English Edition)

Dios y el Ser Humano (Spanish Edition) 

Deus e o Homem (Portuguese Edition)

Gott und Mensch (German Edition) 

kaa Mí Gàp Má-Nóot(タイ語)

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