DIOS Y EL SER HUMANO ~Orientaciones para el Despertar y la Paz Espiritual / Escrito por Masahisa Goi
Capítulo 5③: ¿Cómo Superar el Karma?
Parece, que en general, se piensa que las personas tienen una sola mente.
De hecho, sin embargo las personas tienen siete mentes.
Para comenzar, está la mente del gran Dios Universal.
Luego, está la mente del Espíritu Directo de Dios (Dios en el mundo humano).
Luego está la mente del Espíritu Individual.
También está la mente del cuerpo subconsciente y luego la mente del cuerpo físico. Además está la mente del Protector Divino, que está al mismo nivel que el Espíritu Directo de Dios.
Finalmente está la mente del Protector Espiritual que siempre acompaña a cada individuo.
Estar en sintonía con nuestro Protector Espiritual es lo mismo que estar sintonizado con Dios, y esta sintonía promueve enormemente el progreso de esa persona.
Hasta ahora, las personas que saben de esto son realmente muy escasas.
Es muy difícil para una persona progresar solamente a través de análisis psicológico o aplicando la ley del pensamiento.
Requiere un esfuerzo considerable llegar a armonizarse con Dios en este mundo, dónde la mayoría de las personas viven solo a través de su YO (ego) físico, el análisis psicológico y la ley del Pensamiento, sin pensar en Dios.
Todos nos esforzamos por conseguir la felicidad.
Aun así, no todos somos capaces de ser felices.
El secreto de la felicidad es ser fiel; no a un ser humano físico, sino a la verdad.
En otras palabras es ser fiel a Dios.
Sin embargo dado que el término Dios puede parecer un poco lejano y difícil de entender, yo aconsejo ser fiel a los Protectores Divinos.
En la mayoría de los casos, los Espíritus protectores de una persona son sus ancestros.
Tus abuelos y abuelas espirituales están en este momento detrás de ti, y con sus ojos y oídos espirituales ellos prevén nuestro futuro y nos alejan del mal camino, hacia un camino brillante.
Es igual que cuando los padres de un niño pequeño le sostienen la mano y lo guían para aquí o para allá.
Sin embargo los padres físicos no conocen el futuro del niño, ni siquiera un minuto hacia adelante.
Los Protectores Espirituales, por el contrario saben muy bien lo que va a ocurrir en el futuro de ese descendiente, y se esfuerzan por orientarlo hacia una mayor y mayor felicidad.
El destino de una persona se forma de la siguiente manera.
Primero, los pensamientos de una persona se graban en su cuerpo subconsciente.
Luego las diferentes substancias necesarias para proyectar los pensamientos registrados hacia el mundo físico se organizan, construyendo un patrón inicial tentativo en el mundo subconsciente.
Con el tiempo, el patrón formado en el mundo subconsciente surge en el medio ambiente físico, desencadenado por los pensamientos que funcionan como una causa indirecta o disparador.
Si no fuera por los ajustes realizados por los Protectores Espirituales, los errores en nuestros pensamientos se manifestarían en nuestro ambiente físico presente, así como fueron pensados.
Si no fuera por el trabajo de los Protectores Espirituales, el ambiente físico que rodea a las personas en el mundo de la forma sería una réplica exacta de lo que la persona ha pensado.
En otras palabras, las personas con pensamientos puros, manifestarían un mundo físico alrededor de ellos, de pureza.
Las personas con pensamientos impuros, manifestarían un mundo alrededor de ellos de impureza.
Aquellos cuyos pensamientos están llenos de odio, manifestarían un mundo lleno de odio.
Aquellos con pensamientos de robo, manifestarían un mundo en el cual ellos robarían y otros los robarían a ellos.
Aquellos que tienen pensamientos de soledad, manifestarían un entorno solitario en su futuro.
Esta es la ley del karma.
Estos pensamientos a los que me refiero aquí, nos son los pensamientos de una vida, que dura entre 50 y 60 años en el mundo físico.
Son los pensamientos que se han acumulado a través de muchas vidas, quizás tres, cinco, diez o más, cubriendo períodos de varios cientos de años, o varios miles de años, o más de diez mil años.
Estos pensamientos acumulados se manifiestan en este mundo, convirtiéndose en causas o detonadores, luego en efectos, y luego otra vez en causa, que a su vez se rozan con otras causas y producen otros nuevos efectos.
Hay gente que piensa que lo que les ocurre o no les ocurre proviene exclusivamente de los pensamientos que han tenido en los años en que han habitado este mundo y dicen:
“No he tenido malos pensamientos y sin embargo solo cosas malas me ocurren”.
Otras personas dicen:
“Siempre estoy pensando que me gustaría casarme, pero aún no he podido hacerlo, así que no es verdad que existe la ley del pensamiento, que dice que lo que uno piensa va a ocurrir”.
No se puede llegar a comprender los hechos con claridad mientras se juzga la situación solo teniendo en cuenta los pensamientos actuales.
Esta ley, al igual que las leyes de la naturaleza, como la ley de la gravedad, es una ley absoluta.
Lo que uno piensa se manifestará indefectiblemente.
Simplemente por conocer esta ley, uno puede avanzar más rápidamente que una persona que no la conoce, y mejorar el propio destino será más sencillo.
Sin embargo si esta ley no está bien aplicada, nos perjudicaremos nosotros mismos y a los demás.
Lo que hemos pensado se va a manifestar inevitablemente.
Hay personas que malinterpretan estas palabras, pensando que si ellos tienen temores, aquello que ellos temen sin duda se va a manifestar, según lo que indica la ley del pensamiento.
De esta forma, conocer la ley del Pensamiento ha operado en contra de ellos, y continúan presos de miedo de día y de noche, pensando que todo lo que ellos temen se va a manifestar.
Por ejemplo:
una persona que se ocupaba de los otros y los cuidaba con amor, pero a raíz de esta actividad, siempre era pobre.
Otra persona le aconsejó de la siguiente manera:
“¡Tú eres pobre porque en tu mente subconsciente tienes el deseo de ser pobre! ¡Imagínate a ti mismo como rico!
Es por tu deseo de ser pobre que solamente la gente pobre se te acerca”.
Luego de escuchar, comenzó a tener serias dudas acerca de su trabajo con los demás, y desde entonces sus buenas acciones sufrieron a causa de ello.
Como se puede apreciar en este ejemplo, si uno predica solamente la Ley del Pensamiento (causa y efecto), es probable que los resultados sean lo contrario de lo esperado.
Si uno dice, por ejemplo:
“¡Esta persona se encuentra en esta situación porque sus pensamientos la han llevado a esto!”
o si cada vez que ves a alguien con un problema piensas que él o ella es responsable del problema a causa de sus pensamientos negativos, entonces tu vida estará vacía de amor y compasión.
Herirse a uno mismo o a otros, utilizando la Ley del Pensamiento, proviene de la ignorancia de la verdadera naturaleza de Dios.
Continúa en el Capítulo 5 Parte ④
Dios y el Ser Humano (Spanish Edition)
Deus e o Homem (Portuguese Edition)